EL MERCADO LABORAL Y SUS VICISITUDES

Doy comienzo en este espacio aclarando y aclarándome un elemento instalado en algunos sectores como inconciente colectivo y en mí como prejuicio, es el relacionado a la génesis de muchas personas que emprenden en un negocio. Según esto algunos lo hacen por comodidad ya que la precariedad implica menor gasto, ya sea de tiempo, de dinero y la formalización y normalización de un negocio lleva consigo responsabilidad que muchos no están dispuestos a asumir.

Así lo que en décadas pasadas era casi imposible hoy es una realidad palpable y necesaria, realidad que tiene dos grupos bien identificados y definidos. El primer grupo es aquel conformado por mujeres en su mayoría de los primeros quintiles de las cuales detallo más adelante, y el segundo son personas que cambiaron la profesión por un emprendimiento. En Chile EL 60% de profesionales no ejerce su profesión, ya sea por que en su área no hay oportunidades, o por que se interesaron en otras áreas o sencillamente faltó el interés en lo estudiado, de ese 60% el 22% se declara emprendedor.

El segmento que toma mi atención y mi profesión es el de aquellas jefas de hogar, que en el emprendimiento ven una salida a la constante y continua brecha generada por la maternidad y falta de oportunidades, al cuidado de los niños y al rol de dueña de casa, que ven en el emprendimiento un trabajo que se ajusta a sus horarios y necesidades y que las puede retribuir con ingresos.

En este espacio que hoy se abre me responsabilizo por mostrar que en este equipo y municipio los emprendedores son tratados con el respeto que merecen y con el espacio que hoy nace por ellas y para ellas, para que puedan tener más y mejores oportunidades.